lunes, 27 de julio de 2009


Esta es la fuente de mis desvelos en los últimos dos días, la cerradura de la puerta de mi habitación. Aparentemente sencilla y poco resistente, la típica cerradura de puerta interior, pero IMPOSIBLE de forzar cuando no tienes la llave (y no dispones de más herramientas que un destornillador y un par de llaves allen).
El perder la llave de la puerta no habría sido un gran problema en cualquier otro momento porque mi casera tiene una copia, pero tuvo que pasarme justo cuando ella está de vacaciones en Nicaragua y su marido acababa de entrar a trabajar para un turno de noche. Por suerte había una habitación vacía en la casa, que ya me veía durmiendo en la moqueta del pasillo.

1 comentarios:

Nuevededos dijo...

Si al menos tu destornillador fuera un poco mas sonico...

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